Los Maestros de Sabiduría hablan sobre
la Paz.
Diario del Puente a la Libertad. Agosto, 1952.
Lord MAHÁ CHOHÁN.
La paz individual, nacional, universal, y cósmica está basada en la capacidad de cada miembro de la sociedad de controlar consciente y voluntariamente la calidad de la energía que entra dentro de su atmósfera y órbita particulares - la cual después irradia hacia afuera y afecta al mundo del cual él es una parte. Al igual que una cadena es sólo tan fuerte como el más débil de sus eslabones, así también la paz de una familia, nación o planeta es sólo tan duradera como el poder para perturbar su armonía del miembro menor de su sociedad. La educación de la raza humana en cuanto a su responsabilidad individual de comenzar una trayectoria de auto-control puesto en práctica, es el primer paso hacia una paz perdurable, como la que Nosotros disfrutamos en el Reino del Cielo.
Maestro Ascendido MORYA EL.
“Y el gobierno descansará sobre sus hombros.” La raza humana está haciendo el paso desde los días irresponsables de la infancia - con sus necesarias restricciones mediante la fuerza - al auto-gobierno mediante el cual cada individuo permanece dentro de la Ley de Amor, y asume como responsabilidad suya personal y constante gobernar, calificar e irradiar energía al interior de nuestro universo que de ninguna manera perturbe la paz. Cuando la raza humana acepte esta responsabilidad individual, y tome sobre sus hombros gobernarse a sí mismo como individuo, hacer la voluntad de Dios será una alegría, y no una tarea de dificultad sobrehumana.
El individuo debería cultivar a diario esa paz que sobrepasa toda comprensión, y cuando se convierta en un centro irradiante de paz, él sabrá lo que es la verdadera felicidad y, además, estará haciendo la voluntad de Dios, convirtiéndose así en un coservidor consciente de la Gran Hermandad Blanca.
Maestro Ascendido KUTHUMI.
Trabajando tan constantemente con los Señores del Karma y los constructores de la forma para proporcionar cuerpos receptivos apropiados para las almas entrantes - quienes son la esperanza del futuro - ha sido mi particular preocupación ver a los pensamientos y sentimientos descontrolados de la raza humana,
condensándose a guerras locales y planetarias, destrozar los cuerpos de los jóvenes antes de que a ellos se les capacite para manifestar sus destinos particulares. Si la humanidad,
individualmente, pudiera comprender que cada corriente de vida contribuye al rostro de la guerra - el cual ha aparecido en cada generación - podríamos entonces Nosotros tener la esperanza de un esfuerzo individual por dejar de alimentar los enfados, celos, avaricias y lujurias que, a su vez, arrancan de los corazones y de los hogares de las gentes a la flor de la juventud de cada nación.
Maestro Ascendido PABLO El VENECIANO.
En mi particular servicio a la vida, me he esforzado por resaltar la profunda necesidad de comprender el poder motivador de las acciones de nuestros hermanos, humanos y Divinos. La vida dentro de cada individuo está buscando y esforzándose por expresar la intención de Dios, porque esa es la naturaleza esencial de la vida misma. El recipiente o instrumento a través del cual trata de expresarse, limita los dones y poderes de esta vida. Si el individuo contemplara esta vida dentro de su hermano, y alentara su expresión de un modo amoroso y constructivo, en lugar de hacerla retroceder mediante la intolerancia, los prejuicios y la impaciencia, nosotros veríamos la verdadera hermandad - la cual es la esencia de la paz familiar, nacional, planetaria y cósmica.
En nuestra humanidad actual hay diez billones de almas, todas completando su evolución individual a través de los planetas de nuestro sistema. A causa de que cada individuo es un generador de vibraciones - a través del pensamiento, el sentimiento, la palabra hablada y la acción física - la vibración universal de la atmósfera de la Tierra, interna y externa, es la masa conglomerada de esas energías descontroladas. Resulta entonces evidente el porqué, de tiempo en tiempo, esas energías se juntan—como grandes nubes de tormenta—y se descargan sobre las gentes como guerras.
Sólo a un tercio de toda la población le permiten los Señores del Karma venir a la encarnación a la vez, debido a la falta de control de cada individuo, pues un porcentaje mayor de corrientes de vida en encarnación ¡haría que la mismísima sustancia física de la Tierra se hiciera pedazos! En verdad es ya la hora de que se promueva el auto-control y la auto-corrección individuales (más que universales). Y, a medida que la unidad individual se convierta en una presencia comandadora de paz, la pantalla mundial reflejará la situación de la atmósfera de cada ser humano. Entonces, y sólo entonces, se hará manifiesta una paz duradera para esta generación, y para aquellas que aún habrán de venir.
Cada ser se convierte en el poseedor de la energía de la vida cuando su corriente de vida es individualizada. Al mismo tiempo, él se vuelve individualmente responsable por la cualidad que él carga dentro de su energía a medida que pasa, a través de su mente, sentimientos, y cuerpo, al mundo a su alrededor. La humanidad de esta Tierra está en la empresa de aprender cómo gobernar la energía de sus mundos individuales. Éste es el propósito de la encarnación en el aula de clases de la Tierra. El mal uso de la energía recae sobre el individuo y, gradualmente, al igual que los niños aprenden las lecciones de causa y efecto a través de la experiencia, la humanidad despierta a la necesidad de gobernar y controlar la vida que tan libremente se le da.
Pero en el curso de su aprendizaje hay tanta "materia prima" sacada del almacén universal, y arrojada descuidadamente al mundo de la forma, que la Ley de Misericordia nos ha puesto aquí a Nosotros para ayudar a limpiar los laboratorios experimentales una y otra vez, para que la humanidad pueda tratar de aprender bajo las circunstancias más favorables sus lecciones de expresar armonía. Nos dará gran ánimo que suficiente humanidad elija aprender cómo gobernar sus energías, porque entonces veremos el capítulo final en el Libro de la Vida: un planeta de paz eterna.
Maestro Ascendido JESÚS.
El Reino de los Cielos es una esfera de conciencia, en la que no hay ningún individuo deseoso o capaz de crear una vibración inarmónica o destructiva a través del uso de los centros creativos de pensamiento, sentimiento, palabras habladas o acción. Para entrar en el Reino, una corriente de vida debe en primer lugar indicar su voluntad de dejar de recalificar estas energías de una manera que cree discordia, sutil o aparente. Luego viene el proceso más tedioso de entrenar a los cuerpos sutiles para recibir y dirigir las energías impersonales de la vida de una manera totalmente constructiva y armoniosa.
Cuando la corriente de vida ha demostrado que ya no puede o no quiere responder a cualquier tipo de estímulo, externo o interno, de un modo que cree una vibración discordante, se convierte en candidata para entrar en el Reino. ¿Alguna vez has pensado cuánto podría durar el Reino, si una sola corriente de vida, que no se hubiera convertido maestra absoluta de sus energías, se convirtiera en una parte activa, consciente y contributiva de su atmósfera? Prepararse para entrar en el Reino no es trabajo de un momento, ni el estímulo emocional de un arrepentimiento de "última hora"... Es el trabajo de toda una vida de esfuerzo constante y persistente en el autocontrol, la autocorrección y en orar invocando la gracia de la radiación de Aquellos que han sido victoriosos.
Maestro
Ascendido SAINT GERMAIN.
La humanidad grita hoy: "Quiero paz." Debemos revertir este deseo a "Yo doy paz." Cada miembro de nuestra raza humana es un átomo en el cuerpo universal de Dios. El cuerpo sólo tan perfecto como todas sus partes. La instauración de la paz debe ser realizada a través de la raza humana, y no para la raza humana. Mantener la paz es responsabilidad del individuo que está consciente de las exigencias del momento actual. El hombre indica en cada momento qué es más precioso para él por aquello a lo que se aferra: la paz o su propia voluntad personal, la paz o sus comodidades individuales, la paz o sus conceptos individuales.
No
defiendo "la paz a cualquier precio", ni por un instante. Pero un
individuo puede estar positivamente alineado con el lado de lo que es correcto
y, sin embargo, sus energías individuales pueden cargar en la causa que sirve vibraciones
de una naturaleza combativa e inarmoniosa. ¿Paradójico? ¡No! La naturaleza de
tu mundo de sentimientos al tratar con las situaciones determina si estás
manteniendo la paz o (con razón o sin ella) alimentando las obras del diablo.