EL REINO ANIMAL
La pregunta se ha formulado muchas veces - “¿Y los animales? ¿Qué parte tienen - si acaso tienen
alguna - en el esquema evolutivo?”. Se ha dicho que si ellos no tuvieran
derecho a la existencia, Dios “no le habría ordenado a Noé” construir un arca y
salvar a cuantos fuera posible del Diluvio.
Quizás la siguiente
explicación, referente a la presencia de la vida animal en el planeta Tierra
hoy y a la responsabilidad investida en la humanidad de ayudar a esa vida a
recuperar su belleza y perfección de expresión naturales, ayudará a la solución
del molesto problema.
Cada forma que se
manifiesta en el tercer plano dimensional es la representación de una idea
sostenida en la conciencia. Incluso la belleza física es simplemente
pensamiento exteriorizado.
En las primeras Edades Doradas, cuando la
humanidad eligió aceptar la responsabilidad de encarnar en la Tierra, los
Reinos Angélico, Dévico y Elemental precedieron
a la humanidad para “preparar un lugar para ellos”. Estas formas Angélicas,
Dévicas y Elementales eran bellas en extremo, representando la imagen Divina
del Arquetipo de cada una, que estaba sostenido en la mente y corazón del Mismo
Dios. Incluso el repelente pulpo de hoy fue una vez un adorable y dorado sol en
miniatura, siendo sus tentáculos rayos de luz iridiscente; y la ostra y la
almeja de hoy fueron una vez bellas y pequeñas formas de hada. Estos
elementales estaban destinados a viajar con la humanidad de la Tierra,
sirviéndola, obedientes a cada una de sus directrices, en el largo peregrinaje
desde la eternidad a la eternidad. No había ninguna forma impura ni
desagradable en la Tierra antes de que la
humanidad viniera.
Cuando transcurrió el
tiempo, la mente del humano flaqueó; él ya no dirigía el pleno poder de su
conciencia de pensamiento y sentimiento al “modelo”, al diseño que él estaba
destinado a reflejar. La visión de la Presencia de Dios comenzó a desvanecerse
en su memoria - los contornos se volvieron borrosos, el modelo distorsionado,
como cuando uno contempla su imagen en el agua en movimiento. Entonces- a causa
de que la conciencia no mantenía ya la verdadera imagen - la forma proyectada
(que no es más de lo que es la película en la cámara) adoptó una distorsión
similar, y los cuerpos físicos de la gente reflejaron el concepto nublado de la
Divinidad, que se había filmado, por así decirlo, sobre el Concepto Inmaculado
de su propio Arquetipo.
De manera similar, la
humanidad comenzó a afectar las conciencias más inocentes e infantiles de las
formas elementales, que absorbieron las imágenes distorsionadas a través de sus
propios sentidos de la vista, oído y sentimientos (ver la historia de Jacob y
el ganado con manchas) y, siendo la obediencia
encarnada, los elementales adoptaron las distorsiones y características de
sus maestros (¿?). Así es como tuvo lugar el comienzo de la vida animal en este
planeta - los inocentes elementales, aprisionados en las formas sugeridas por
los pensamientos y sentimientos de los humanos, y exteriorizadas por la
voluntad degradada de la naturaleza humana a la que el hombre había descendido,
dieron lugar a las diversas formas de vida animal en este planeta.
Siglo tras siglo fue
pasando, y más y más de las cualidades concentradas de la naturaleza humana
inferior llegaron a estar encarnadas en estas inocentes formas animales, hasta
llegar a las terribles bestias de las así llamadas “edades pre-históricas”,
tales como los dinosaurios, etc. Este fue el punto más oscuro de la historia de
la Tierra. De ahí en adelante, a través de la Misericordia de Dios, comenzó la
lenta escalada en la evolución de humanos, elementales y bestias, hacia la
civilización.
Sólo hay un camino hacia arriba para toda
vida, y es a través del amor. El amor es la esencia primigenia, y el desarrollo
y logro final de esta cualidad en la conciencia individual es la única manera
mediante la cual cualquier expresión de vida puede ser liberada. Aquí y allá
han sido encontrados individuos que han generado los cualidades de gentileza y
amor, y así la emancipación, incluso del reino elemental, comenzó. En cualquier
caso, la humanidad en general es considerada responsable por Ley Cósmica por la
degradación y caída de los reinos elemental y animal, tal como aparecen hoy, y
antes de que la culpa por esta mancha sobre la vida pueda ser levantada de los
hombros de la humanidad, deben ser encontrado algunos miembros de la raza con
suficiente justicia y caridad en sus corazones, unidas al equilibrio y la
comprensión, para amar a esta vida libre.
Grandes hombres y
mujeres, por ejemplo nuestro hermano Kuthumi, en Su encarnación como San
Francisco de Asís, han liberado a base de amor a cientos de miles de estos
hermanos aprisionados, mediante la elevación de sus conciencias y naturalezas
mediante el amor y la asociación, hasta que no se les requirió más encarnar en
formas inferiores a su estado natural divino. Algunos individuos, por naturaleza,
son adecuados para este servicio. Algunos se han ofrecido como voluntarios en
los niveles internos para ayudar a estos Reinos, a causa de deudas particulares
con sus miembros por actividades pasadas de uno u otro tipo.
Esto no significa que
la gente deba irse por la tangente y generar sentimientos desproporcionados con
respecto a estas criaturas; sino más bien mantener un curso de acción
intermedio, sensato y equilibrado, aspirando a la “inofensividad del Espíritu
Santo” en sus relaciones con todas las expresiones de vida; invocando a la Ley
del Perdón por la ignorancia y egoísmo del ser humano, y mediante su
conocimiento del amor sagrado del Fuego Sagrado, bañar al planeta con sus rebosantes expresiones de vida en la ígnea
Llama Violeta Cósmica de amor a la liberación, ayudando así a elevar a esta
vida inocente a su anterior estado de liberación.
En ciertas órdenes
esotéricas ha habido estipulaciones prohibiendo la presencia de animales en el
entorno de sus estudiantes. Había varias razones para esto, siendo una de ellas
que se esperaba del neófito que dedicara toda su atención a su búsqueda
espiritual; por tanto su asociación con cualquier forma de vida, incluso de su
mismo tipo, estaba absolutamente prohibida durante su noviciado.
Mucha gente, por
tanto, prefiere eliminar tanto como sea posible cualquier presencia, humana o
animal, que pudiera afectar adversamente sus propias auras; sin tomar en
consideración el hecho de que la fortaleza dentro de sus esferas de influencia
podría ser la “levadura en la masa” de la inteligencia menor. Sin embargo, esta
es una decisión que cada individuo actuando en libre albedrío debe hacer por sí
mismo; pero sería bueno para el estudiante mantener en mente que el logro
último del individuo es alcanzar el amor perfecto. Por tanto, cuanta más
tolerancia y paciencia cultive él hacia las expresiones inocentes que también
están bregando en la subida por la escalera de la evolución, antes se
encontrará a sí mismo en el corazón de Dios donde TODA vida es una.
Maestro Ascendido Saint Germain. "El Séptimo Rayo"
Traducido por Paloma Serén