jueves, 21 de noviembre de 2013

Cómo fueron salvadas las Enseñanzas Originales
del “Puente a la Libertad”   (extractos)
por Werner Schroeder 
     Nuestra búsqueda de Iluminación y Verdad comenzó, seriamente, en el verano de 1976, cuando mi esposa Annette y yo recibimos una copia de los libros “La Ley de la Vida”, de A.D.K. Luk. Después de leer los dos volúmenes de esta publicación, nos entusiasmamos con las Enseñanzas del “Puente a la Libertad”, y decidimos comenzar nuestra propia investigación para determinar el porqué de que los libros del “Puente a la Libertad” ya no estuviesen disponibles para el público en general. Así pues, escribimos a la autora, Alice Schulz, Rayo Gemelo del Maestro Ascendido Dwal Kul, preguntándole que si podíamos visitarla y hacerle algunas preguntas. Alice me contó más tarde que, al abrir mi carta, recibió una “ducha de energía por su espalda”, que para ella representó una señal de que debíamos ir.
     Después de llegar a su hogar en Oklahoma City, le hice 243 preguntas que yo había preparado por escrito. No todas eran relativas a la Enseñanza, algunas estaban relacionadas con la traducción al alemán de “La Ley de la Vida”, que yo pretendía hacer en aquel entonces. Fueron necesarios dos días enteros para responder a todas mis preguntas. Todas fueron contestadas por Alice en su armoniosa y tranquila voz.
     Durante la entrevista de 20 horas, se nos introdujo a los fundamentos de la Enseñanza Maestra Ascendida. Cuando la confronté con la pregunta de por qué el público no sabe más acerca del tema, ella dijo con respecto a las organizaciones existentes: “Aquellos que la ofrecen, no la tienen correcta, y los que la tienen correcta, no la ofrecen”.
     Una parte de la entrevista la registré en una grabadora. Esta entrevista me proporcionó el estímulo para mi investigación posterior, que eventualmente daría como resultado la salvación de la Enseñanza.
    Supimos que Alice había sido una seguidora temprana de la “Actividad del I AM”. Junto al Señor y la Señora Ballard, ella viajó en una auto-caravana a lo largo de los Estados Unidos. El Señor Ballard dio conferencias a muchas audiencias. Posteriormente, Alice ayudó a recopilar las primeras Lecciones Fundamentales de la “Actividad del I AM”.
     Después de la ascensión del Señor Ballard, en 1939, esta organización tomó nuevos derroteros. Varios estudiantes clave, incluyendo Geraldine Innocente, su madre, Mary Lehane Innocente, la Señora Francis Ekey, Roger Ancona y Alice Schulz, dejaron la “Actividad” y fundaron “El Puente a la Libertad”.
     Alice Schulz se convirtió en secretaria del “Puente a la Libertad”, trabajando en la casa de Geraldine. Los Maestros le daban los mensajes a Geraldine Innocente, empezando por lo general a las 4 de la mañana. Los mensajes se registraban en una grabadora. Alice transcribía los mensajes de texto y los enviaba a la Señora Ekey, la editora adjunta del “Puente a la Libertad”. Ella se convirtió también en una de las secretarias de los "Boletines Privados de Thomas Printz", una publicación semanal del “Puente a la Libertad”. Alice Schulz había sido miembro del grupo de Filadelfia del “Puente a la Libertad”. La Hueste Ascendida había denominado a ese grupo “el grupo más exitoso” desde la “caída del hombre”.
      Cuando la confronté con la pregunta de por qué el público no sabe más acerca del tema, ella dijo con respecto a las organizaciones existentes: “Aquellos que la ofrecen, no la tienen correcta, y los que la tienen correcta, no la ofrecen”. Esta visita estableció el momentum necesario para el trabajo futuro.
     Después de finalizada la entrevista, mi esposa Annette y yo decidimos convertirnos en estudiantes del “Puente a la Libertad”. Anette y yo estamos agradecidos de haber encontrado a una instructora que siempre enseñó con la verdad como base. En una ocasión posterior, Alice me comentó: “¿Sabes, Werner, por qué tengo yo tan pocos estudiantes?”. Entonces ella respondió a su propia pregunta: “¡Porque muy pocos estudiantes están interesados en la verdad!”
     Recuerdo lo mucho que me chocó a primera vez que oí esto. Esto ocurrió hace 32 años, y aún puedo recordar el lugar exacto en el que ella hizo esa afirmación. Desgraciadamente, hoy, creo que tenía razón.
     En el año de 1976, la situación de los “libros verdes” de la “Actividad del I AM” y de los libros del “Puente a la Libertad”, era la siguiente:
        1. Los libros de la “Actividad del I AM” estaban disponibles para miembros registrados, pero no para el público en general. Un día fui al local “Templo del I AM” en San José, e intenté comprar algunos de los “libros verdes”. Se me negó, porque yo no era un miembro registrado. Más tarde, descubrí que a los miembros registrados de la “Actividad del I AM” se les daban instrucciones de que compraran todos los “libros verdes” usados que pudiesen encontrar en las librerías, para que no pudieran caer en manos del público en general. Según el mismo informe, incluso si eras un miembro registrado de la “Actividad del I AM”, podías adquirir únicamente una copia de cada título, por la misma razón.
         2. De las 6000 páginas de los dictados canalizados a través de Geraldine Innocente, sólo unas 260 páginas estaban disponibles (únicamente los libros "El Séptimo Rayo" y "Los Siete Arcángeles hablan" se podían comprar). Se estimaba que únicamente unas cinco personas tenían en su posesión una copia completa de esos dictados originales. 
     Alice Schultz nos envió sus propios libros por correo, para que pudiésemos estudiar las Enseñanzas. Un día nos escribió diciéndonos que uno de sus libros se había perdido en el envío. Fue firme en cuanto a que nosotros teníamos que reemplazar su libro.
     Así pues, Annette y yo iniciamos un viaje desde San José a San Francisco - una distancia de 60 millas - parándonos en cada librería. No tuvimos éxito hasta que, a mitad de camino, en Menlo Park, nos detuvimos en la librería East-West. La propietaria nos dijo que ella tenía algunos “libros verdes” en el sótano, pero que sólo iría a buscarlos si le prometíamos previamente que le compraríamos todos los que pudiera encontrar. Así lo hicimos, y de este modo nos convertimos en propietarios de nuestro primer lote de libros verdes, a la vez que encontramos un sustituto para la copia de Alice que se había perdido.
      Nuestra actividad de grupo comenzó en 1976, en nuestro hogar de Monte Sereno. Invitamos a unos pocos de los estudiantes que habían leído los libros de Alice Schulz. Entre todos elegimos a un líder grupal, que anteriormente había pasado varios años con la “Actividad del I AM”. Poco después, nuestro líder grupal encontró un nuevo empleo en Denver, ¿y quiénes se convirtieron en los nuevos líderes grupales? ¡Annette y yo!
       Encontramos esta ocupación muy difícil, porque los libros verdes no estaban organizados por temas, sino por fecha. Así que para preparar una clase y cubrir un tema concreto, tenía a veces que utilizar cinco diferentes libros. Puesto que muchos discursos no tenían encabezado, tenía que leer el artículo completo y suministrar un título. Preparar cada clase se llevaba, como término medio, unas cuatro horas. Años después, descubrí que lo mismo se aplicaba en el caso de las publicaciones del “Puente a la Libertad”. De este modo, surgió la idea de publicar libros con encabezados para cada discurso y de asegurar que se cubra únicamente un tema cada vez. En otras palabras, para ayudar al líder grupal, cada libro debería ser tratado como un libro de texto, parecidos a los que se encuentran hoy día en escuelas superiores y facultades universitarias.
       Bien, ¿cuántas personas teníamos para comenzar? Bueno, había sólo cinco personas, a saber: Annette, mi sobrina Mónica Watts, un vecino, yo mismo, y una persona llamada Consuelo. Un día descubrimos que la misión principal de Consuelo era ser una delatora. Ella fue enviada por la organización de Elizabeth Prophet, también llamada “Summit Lighthouse”, para averiguar lo que nosotros estábamos haciendo. Al principio nos enfadamos. Después vimos el lado humorístico de la situación. Aquí estábamos, un grupo de sólo cuatro personas, y estábamos siendo vigilados por una gran organización que ya en 1976 tenía más de 1000 miembros. ¡Por tanto, debemos haber sido un grupo de lo más peligroso!
     Nuestro primer intento de obtener acceso a las Enseñanzas originales del “Puente a la Libertad” consistió en pedirle a Alice Schulz que compartiera su biblioteca para que nosotros pudiéramos copiarla. Ella se negó. Alice se negó también a enviarme por entregas una copia de las Enseñanzas originales, según su conveniencia.
     Así pues, Annette y yo decidimos que si queríamos realmente una copia de las Enseñanzas originales, necesitábamos probar una vía diferente. En 1977 nos convertimos en miembros del “Puente a la Libertad”, que tenía su sede central en Long Island. Alguien en la sede central debe haber averiguado que nosotros estábamos muy interesados en la Enseñanza, porque recibimos una visita de Vera Lisle, la tesorera del Puente. Como parte de esta visita quedamos oficialmente registrados como líderes grupales. Más adelante supimos que Vera era el rayo gemelo del Maestro Ascendido Lanto.
        Nuestro segundo intento de obtener acceso a las Enseñanzas originales del “Puente a la Libertad” consistió en preguntarle a Vera Lisle si era o no posible comprar o copiar los “Diarios del Puente a la Libertad”, que contenían el núcleo de las Enseñanzas. Vera Lisle respondió de este modo: “no de las publicaciones anteriores, en ningún momento”
     Ahora llegamos a nuestro tercer intento. En 1978 asistimos a una Conferencia de Verano del “Puente a la Libertad” en Long Island. Un tal Dr. Andrew Bremness dio una conferencia cuyo tema eran los siete Elohim. Inmediatamente después de la conferencia, cinco personas, incluyéndome a mí, le preguntamos al Dr. Bremnes por la base de su conferencia: “Todo esto se puede encontrar en el libro Los siete poderosos Elohim hablan”, fue su respuesta. Entonces los cinco nos precipitamos al lugar donde se estaban vendiendo libros. Algo avergonzado, el encargado del puesto de venta nos informó de que ese libro se había dejado de imprimir hacía muchos años.
      A continuación llegó nuestro cuarto intento por localizar las Enseñanzas originales. En la Conferencia de 1978 entablamos relación con Eileen Donnelly, una de las secretarias de la sede central. Ella nos prometió: “Venid un día antes de la Conferencia de Verano del próximo año, en 1979, y veré lo que puedo hacer. En cualquier caso, podréis leer los libros de mi propiedad”
     Sí, llegamos un día antes de esa reunión de 1979, pero ¿qué ocurrió? A Annette y a mí se nos trató como si tuviésemos una enfermedad infecciosa. Todos nos evitaban, incluida Eileeen Donnelly. Después de la Conferencia, nos admitió en privado que Lucy Littlejohn , la presidenta  del “Puente a la Libertad” y también su canal en ese entonces, le había prohibido que nos mostrara ninguna literatura original. De esto se deriva que, a pesar de que yo era líder de un grupo, Lucy Littlejohn me había negado el acceso al material original de la organización.
     En la misma conferencia oímos que sólo quedaban unas cinco personas que tuvieran una serie completa del material original, y que ninguna de ellas estaba dispuesta a compartirlo, de ningún modo. Esto parecía ser el fin de nuestra búsqueda. Parecía que las 6000 páginas de la Enseñanza original se habían perdido para siempre para la humanidad.
     Muchos habréis oído el proverbio “Las situaciones extremas del ser humano son la oportunidad para Dios”. En la misma conferencia de 1979, conocimos a dos personas cuyos padres habían sido miembros del “Puente a la Libertad” original. Uno de los individuos vivía en Loveland, cerca de Denver, y el otro en Hackensack, New Jersey. Ambos dijeron “Todo lo que encontremos, os lo enviaremos, y podréis copiarlo”.
     En unos pocos días, llegaron dos paquetes. Cuando los abrimos, nos encontramos con que contenían copias de los “Diarios del Puente a la Libertad” originales, que eran una publicación mensual. Cuando los colocamos en orden, nos encontramos con que los folletos estaban completos, desde abril de 1953 hasta junio de 1961, fecha en que Geraldine Innocente hizo la transición. No faltaba ni uno solo de los 99 Diarios mensuales, y no había ninguno repetido.
     Incluidos den los dos paquetes había una serie de cassettes. Contenían las grabaciones en audio del Diario, desde abril de 1952 hasta marzo de 1953. En ese entonces el Diario se editaba en un formato mayor, como si fuese un periódico. Se imprimía bajo la dirección de Frank Pita en la Habana, Cuba. Algún individuo transfería el contenido del Diario al cassette. Annette se ofreció voluntaria para escuchar los cassettes y transferir su contenido en letra cursiva. Era una difícil tarea, porque la persona que produjo los cassettes tenía un fuerte acento de sur. Pero se llevó a cabo, con amor y alegría. Todo esto nos dio confianza. Sabíamos que la Hueste Ascendida estaba apoyando nuestro esfuerzo.
     Durante los años siguientes, buscamos y recibimos los dictados restantes. A veces teníamos que viajar a lugares tan distantes como Suiza. Allí pudimos conseguir la “Memorias de la Madre María”. Otras publicaciones las obtuvimos viajando a Hawai y a Denver. La última publicación que conseguimos llegó a nosotros de un modo muy inusual. Era el “Manual para el Servicio de Transmisión de la Llama”. Un día estaba sobre la mesa de mi despacho. Cómo llegó hasta allí, nunca lo he sabido. Ni siquiera sabía que dicho manual existía. Tomamos esto como una señal, de que ya era hora de volver a introducir el Servicio de Trasmisión de la Llama. Esto se hizo en 1990.                                                                                                                             Esta es la verdadera historia de cómo las Enseñanzas originales del “Puente a la Libertad” fueron salvadas.
Del libro "Las Iniciaciones del Primer Rayo", recopilado, ampliado y presentado por Werner Schroeder, de la Fundación para la Enseñanza Maestra Ascendida (AMTF). Este capítulo ha sido traducido por Julia, facilitadora del Grupo Vida Libre

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