El CORDÓN de PLATA
Si miramos la figura superior de la representación de la Santa Trinidad, vemos que un Rayo entra por la parte superior de la cabeza. Este Rayo de Vida es conocido como el Cordón de Plata.
Contempla la forma y esencia de la Vida (cordón de plata) mientras fluye al interior del individuo, con el aspecto de billones de perlas de vida unidas, formando un río de sustancia electrónica que entra a tu cuerpo para responder a todos tus requerimientos. Y, sin embargo, este gran río de fuerza fluye, en su mayor parte, a través de ti sin ser reclamado: llenando al aura de cada día, sin ningún efecto constructivo.
El gran mundo de la ciencia ha dicho que, si ellos pudieran construir máquinas lo bastante poderosas como para romper un átomo, con la energía liberada desde un pequeño átomo sería suficiente para transportar a un gran navío a través del océano. Sin embargo, en sólo un segundo, cada uno de nosotros recibe dentro de su propio corazón – Santo Ser Crístico – (no-reconocido) incontables billones de estos átomos que son devueltos al universo sin usar, porque el ser humano desconoce el poder que yace dentro de su propia corriente de vida.
Hay un Vida única que fluye a través de los diez billones de corrientes de vida que pertenecen al planeta Tierra. No hay diferencia entre la Vida que fluye a través de cada uno, igual que no hay diferencia entre el agua que fluye desde el grifo del primer o segundo piso de un edificio. El Padre de toda Vida, y los Maestros Ascendidos, están constantemente vertiendo Su Paz, Perfección, Misericordia y Liberación a través de cada corriente de vida, y no habrá ni un solo átomo en este planeta que no logre eventualmente perfección e inmortalidad.
Amados hijos, la Vida puede ser bella. Es mágica y mística, porque es sustancia del cuerpo de Dios. Es una emanación consciente de la vida del individuo, que éste emite constantemente a la atmósfera de la Tierra en todo lugar. Es la energía electrónica del mismísimo Amor, que humildemente adopta cualquier forma que se le requiera por parte de quien la usa en el momento, para bien o para mal – mediante el uso del libre albedrío de su receptor.
Decreto sugerido
¡Amada Presencia de Dios I AM en mí, y amada Astrea, Diosa de la Pureza!
¡Invoco la Ley del Perdón por mi descuidado uso de la Vida de Dios a lo largo de las eras!
*¡Purifiquen (3) mi cuerpo emocional, para que la vida pueda fluir y fluya libremente, para bendecir a toda vida!
Repetir desde* para el cuerpo mental, el cuerpo etérico y el cuerpo físico.
Traducido del libro "La Edad Dorada permanente entrante, y tu parte en su instauración". Puente a la Libertad, INC. Primera edición: 1959
