domingo, 19 de abril de 2015

EL REINO ANIMAL
       La pregunta se ha  formulado muchas veces - “¿Y los animales? ¿Qué parte tienen - si acaso tienen alguna - en el esquema evolutivo?”. Se ha dicho que si ellos no tuvieran derecho a la existencia, Dios “no le habría ordenado a Noé” construir un arca y salvar a cuantos fuera posible del Diluvio.
   Quizás la siguiente explicación, referente a la presencia de la vida animal en el planeta Tierra hoy y a la responsabilidad investida en la humanidad de ayudar a esa vida a recuperar su belleza y perfección de expresión naturales, ayudará a la solución del molesto problema.
   Cada forma que se manifiesta en el tercer plano dimensional es la representación de una idea sostenida en la conciencia. Incluso la belleza física es simplemente pensamiento exteriorizado. 
     En las primeras Edades Doradas, cuando la humanidad eligió aceptar la responsabilidad de encarnar en la Tierra, los Reinos Angélico, Dévico y Elemental precedieron a la humanidad para “preparar un lugar para ellos”. Estas formas Angélicas, Dévicas y Elementales eran bellas en extremo, representando la imagen Divina del Arquetipo de cada una, que estaba sostenido en la mente y corazón del Mismo Dios. Incluso el repelente pulpo de hoy fue una vez un adorable y dorado sol en miniatura, siendo sus tentáculos rayos de luz iridiscente; y la ostra y la almeja de hoy fueron una vez bellas y pequeñas formas de hada. Estos elementales estaban destinados a viajar con la humanidad de la Tierra, sirviéndola, obedientes a cada una de sus directrices, en el largo peregrinaje desde la eternidad a la eternidad. No había ninguna forma impura ni desagradable en la Tierra antes de que la humanidad viniera.
   Cuando transcurrió el tiempo, la mente del humano flaqueó; él ya no dirigía el pleno poder de su conciencia de pensamiento y sentimiento al “modelo”, al diseño que él estaba destinado a reflejar. La visión de la Presencia de Dios comenzó a desvanecerse en su memoria - los contornos se volvieron borrosos, el modelo distorsionado, como cuando uno contempla su imagen en el agua en movimiento. Entonces- a causa de que la conciencia no mantenía ya la verdadera imagen - la forma proyectada (que no es más de lo que es la película en la cámara) adoptó una distorsión similar, y los cuerpos físicos de la gente reflejaron el concepto nublado de la Divinidad, que se había filmado, por así decirlo, sobre el Concepto Inmaculado de su propio Arquetipo.
     De manera similar, la humanidad comenzó a afectar las conciencias más inocentes e infantiles de las formas elementales, que absorbieron las imágenes distorsionadas a través de sus propios sentidos de la vista, oído y sentimientos (ver la historia de Jacob y el ganado con manchas) y, siendo la obediencia encarnada, los elementales adoptaron las distorsiones y características de sus maestros (¿?). Así es como tuvo lugar el comienzo de la vida animal en este planeta - los inocentes elementales, aprisionados en las formas sugeridas por los pensamientos y sentimientos de los humanos, y exteriorizadas por la voluntad degradada de la naturaleza humana a la que el hombre había descendido, dieron lugar a las diversas formas de vida animal en este planeta.
   Siglo tras siglo fue pasando, y más y más de las cualidades concentradas de la naturaleza humana inferior llegaron a estar encarnadas en estas inocentes formas animales, hasta llegar a las terribles bestias de las así llamadas “edades pre-históricas”, tales como los dinosaurios, etc. Este fue el punto más oscuro de la historia de la Tierra. De ahí en adelante, a través de la Misericordia de Dios, comenzó la lenta escalada en la evolución de humanos, elementales y bestias, hacia la civilización.
             Sólo hay un camino hacia arriba para toda vida, y es a través del amor. El amor es la esencia primigenia, y el desarrollo y logro final de esta cualidad en la conciencia individual es la única manera mediante la cual cualquier expresión de vida puede ser liberada. Aquí y allá han sido encontrados individuos que han generado los cualidades de gentileza y amor, y así la emancipación, incluso del reino elemental, comenzó. En cualquier caso, la humanidad en general es considerada responsable por Ley Cósmica por la degradación y caída de los reinos elemental y animal, tal como aparecen hoy, y antes de que la culpa por esta mancha sobre la vida pueda ser levantada de los hombros de la humanidad, deben ser encontrado algunos miembros de la raza con suficiente justicia y caridad en sus corazones, unidas al equilibrio y la comprensión, para amar a esta vida libre.
     Grandes hombres y mujeres, por ejemplo nuestro hermano Kuthumi, en Su encarnación como San Francisco de Asís, han liberado a base de amor a cientos de miles de estos hermanos aprisionados, mediante la elevación de sus conciencias y naturalezas mediante el amor y la asociación, hasta que no se les requirió más encarnar en formas inferiores a su estado natural divino. Algunos individuos, por naturaleza, son adecuados para este servicio. Algunos se han ofrecido como voluntarios en los niveles internos para ayudar a estos Reinos, a causa de deudas particulares con sus miembros por actividades pasadas de uno u otro tipo.
     Esto no significa que la gente deba irse por la tangente y generar sentimientos desproporcionados con respecto a estas criaturas; sino más bien mantener un curso de acción intermedio, sensato y equilibrado, aspirando a la “inofensividad del Espíritu Santo” en sus relaciones con todas las expresiones de vida; invocando a la Ley del Perdón por la ignorancia y egoísmo del ser humano, y mediante su conocimiento del amor sagrado del Fuego Sagrado, bañar al planeta con sus  rebosantes expresiones de vida en la ígnea Llama Violeta Cósmica de amor a la liberación, ayudando así a elevar a esta vida inocente a su anterior estado de liberación.
     En ciertas órdenes esotéricas ha habido estipulaciones prohibiendo la presencia de animales en el entorno de sus estudiantes. Había varias razones para esto, siendo una de ellas que se esperaba del neófito que dedicara toda su atención a su búsqueda espiritual; por tanto su asociación con cualquier forma de vida, incluso de su mismo tipo, estaba absolutamente prohibida durante su noviciado.

     Mucha gente, por tanto, prefiere eliminar tanto como sea posible cualquier presencia, humana o animal, que pudiera afectar adversamente sus propias auras; sin tomar en consideración el hecho de que la fortaleza dentro de sus esferas de influencia podría ser la “levadura en la masa” de la inteligencia menor. Sin embargo, esta es una decisión que cada individuo actuando en libre albedrío debe hacer por sí mismo; pero sería bueno para el estudiante mantener en mente que el logro último del individuo es alcanzar el amor perfecto. Por tanto, cuanta más tolerancia y paciencia cultive él hacia las expresiones inocentes que también están bregando en la subida por la escalera de la evolución, antes se encontrará a sí mismo en el corazón de Dios donde TODA vida es una.
Maestro Ascendido Saint Germain. "El Séptimo Rayo"
Traducido por Paloma Serén

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